Pues como os comentaba en mi anterior entrada y ante la duda que surgía en mi, decidí asistir al Clinic que ofrecía otro profesor para analizar el Swing e intentar mejorarlo. Sabia decisión, pues no solamente volví a jugar bien, par mi nivel, sino que estoy disfrutando de este juego como si fuera un chiquillo.
No es que un profe sea mejor y otro peor, es que se complementan los dos. Uno muy teórico, muy ortodoxo del Golf, es metódico, analítico y clásico. El otro mas informal muestra esas pequeñas cosas y esos errores que cometes sin darte cuenta, es desenfadado, divertido y muy ameno.
Ambos son estupendos y creo que hacen la pareja perfecta de enseñantes de Golf, un acierto para la directiva del Campo.
Espero que a partir de ahora empiece a mejorar mi juego y con ello poder divertirme aun mas, si esto es posible.